Atama Yama 2002 es un cortometraje de diez minutos que nos cuenta la historia de un hombre que se distingue por su tacaera aprovechando todo lo que se encuentra. Un da tras ingerir un plato de cerezas nota que en su cabeza ocurre algo extrao: ha brotado una planta. Aunque intenta cortarla en ms de una ocasin el brote siempre regresa. El hombre decide dejarlo pasar pero para su desgracia la planta no cesa en su crecimiento y el asunto progresa en gravedad. Su pasividad va a costarle ms que sus acciones previas.
De la misma forma que otras obras del autor nos encontramos ante una fbula oscura que en esta ocasin nos advierte de las posibles consecuencias de la avaricia. Una avaricia que sin embargo es ms miserable relacionada con la necesidad obsesiva de un hombre por aprovechar y sacar partido a todo aquello que le rodea. Sin duda el seor es un tacao de cuidado. El corto no escatima en situaciones que ejemplifican su actitud: aprovechar las pocas gotas del grifo para lavarse las manos exprimir al mximo la pasta dental o comerse hasta las pepitas de las cerezas.
Le va que ni pintada esa frase suya Qu desperdicio porque le define a la perfeccin. Una perfeccin que no se aplica al mbito moral porque hizo de una virtud como la austeridad en particular no desaprovechar lo que tenemosun defecto. Segn la tica aristotlica se fue al extremo del exceso en vez de alcanzar la virtud que se halla en el medio.
Por esa razn la extraordinaria aparicin del brote le prepara una penitencia que no cesa del mismo modo que no lo hace su obstinado aprovechamiento causa primaria de su situacin actual. La planta a pesar de ser cortada una y otra vez siempre vuelve a aparecer y crece de tamao hasta convertirse en un gran rbol. Acompaando a este hecho se suman otras situaciones surrealistas como la visita de numerosos individuos para disfrutar el hanami en primavera o el hueco repleto de agua en verano. Una situacin que superar la paciencia del cabeza redonda hasta llevarle a su fatdica conclusin.
Muchos probablemente se pregunten si esta vieja historia adaptada a la sensibilidad contempornea es valiosa nicamente por lo que he descrito. Si la obra multiplica el valor de la historia sin duda lo es por la narracin. Hablamos de que est contada e interpretada como si fuera una historia de rakugo. De hecho se trata de una adaptacin de una historia tradicional contada por rakugotas. Para el que no lo conozca el rakugo es una expresin artstica vinculada al teatro japons que consiste en que una persona interpreta y narra a la vez una historia. Sin ms que un abanico y su habilidad el rakugota hace frente a la audiencia en solitario.
A pesar de que nuestro protagonista habla y grita de vez en cuando el peso de la narracin la soporta el narrador. Al igual que estas historias tradicionales el artista hace de narrador principal e intrprete de los diversos secundarios. Aunque para el espectador occidental puede pasar inadvertido la voz fingida de los personajes o el acompaamiento musical del shamisen son demasiado singulares para no sospechar nada acerca de su naturaleza. De la misma manera el tono jocoso y mordaz llama la atencin ante la desgracia del hombre. Dira que es casi insensible en especial por el final ingenioso ochi sello caracterstico del rakugo en el que el hombre cae en el hueco de su propia cabeza tras una surrealista sucesin de imgenes que recuerda a las Matrioshkas.
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